Poesías de Ramiro

Resulta que ... Otros tiempos Los pastores La siega Fuentes

Otros tiempos

Ramiro Sánchez (poesías 2007)
Cuando hablamos del pasado
Recuerdo con añoranza
Pero lo que más recuerdo
La época de las matanzas

Siempre se llevaba a efecto
En la época de invierno
Se cura bien la matanza
Y estaban gordos los cerdos.

Siempre corriendo las calles
Formando gran alboroto
Pero que bien lo pasábamos
En la plaza y en el potro

Había un ambiente distinto
Y a eso del amanecer
Se oía cantar a los gallos
Y a las gallinas correr.

Lo primero que se hacía
Dar de comer a los cerdos
Sobre las 9 ó las 10
Tocaba el cuerno el porquero.

El monte en aquella época
Que bien se le aprovechaba
Una parte los camperos
Por otra parte las varas.

La época de montanera
Todo el mundo lo sabía
Comienza en San Miguel
Termina en Santa Lucía.

Al tiempo de levantarte
Ya lo tenías en mente
Desayuno, la pasta y el mantecado
Y la copa de aguardiente.

También se partían las dehesas
Para heno, o para pastar las vacas
Algunas tenían en propiedad
Media parte y una pata.

Por cada parte una vaca
Válida para un año
Media parte cada dos
Y la pata cada cuatro.

También se repartía el agua
Pero en fechas diferentes
Para regar los huertos de la Pedrola
Y los huertos de las Fuentes.

Para el riego había pillines
Como en otras muchas cosas
Pues regaban sin tocarles
Se habría sola la poza.

Cuando labraban la tierra
Algunos ya comentaban
Un cantero para tardías
Lo demás para tempranas.

La cosa empezó a cambiar
A partir de los sesenta
La gente se fue a la industria
Pero abandonó la tierra.

Los que cuidaban ovejas
Seguro que lo recuerdan
Siempre llevaban un perro
La cayada, y el morral con su cuerna.

También llevaban un perro
Los que cuidaban las vacas
Les tenían mucho miedo
Les mordían, en el rabo y en las patas.

Antes cuando se iba al campo
En verano y en invierno
Se iba montando en un burro
Y acompañado de un perro.

El Alguacil con su cometa
La tocaba con alarde
Siempre empezaba lo mismo
De orden del Sr. Alcalde.
El hombre se esforzaba
Para dar lectura al texto
A veces no se le oía
Lo impedían, el ladrido de los perros.

Dos o tres días por semana
Las mujeres salían, muy temprano de su casa
Para dirigirse al horno
Y preparar la levadura y la masa.

Hacían muy bien el pan
Y el cochinillo asado
Unas pastas muy brillantes
Y muy buenos mantecados.

De esas fechas a esta parte
Hay que ver lo que ha cambiado
Ya no se hacen regaderas
Ya no se riegan los prados

El campo sólo se siembre
Un mínimo porcentaje
Y solamente lo aprovechan
Para pastos y forraje.

Este humilde retirado
Se ofrece a colaborar
En beneficio del pueblo
De forma incondicional.

Estas son mis aventuras
Esto es lo que yo recuerdo
Para la próxima vez
Hablaremos del Gobierno.


Desde dic-2003
Versión 4.3 - 13/12/2021
Actualiz.: 27/10/2021